Morelia, Michoacán.- El etnomusicólogo, investigador y especialista de música e instrumentos tradicionales de los pueblos del mundo, Carlos Blanco Fadol, afirmó que a lo largo de casi 40 años de conocer personas de todas las etnias, la música representa un lenguaje universal, sin importar el punto geográfico en que se practique.

Gracias al estudio de la música étnica, Carlos Blanco Fadol ha logrado cumplir su misión en la vida como un ciudadano del mundo, definió el rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Medardo Serna González, durante la bienvenida previa a la conferencia que el investigador impartió en el Centro Cultural Universitario, titulada: “La música como vehículo antropológico de comunicación”.

El rector agradeció las gestiones realizadas por la Secretaría de Difusión Cultural y Extensión Universitaria, cuya titular es Norma Lorena Gaona Farías, para que el célebre etnomusicólogo-investigador, compositor, cantautor, inventor de más de 100 instrumentos, poeta y humanista, visitara a los nicolaitas para compartir sus conocimientos sobre instrumentos musicales originarios.

Adelantó que mediante un convenio con el Museo de Música Étnica que preside el investigador, pueda lograrse que algunos de los instrumentos que conforman su colección compuesta por cerca de 3.500 piezas diferentes de 145 países de los 5 continentes, pudiera albergarse en el Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo.

Norma Lorena Gaona Farías, agradeció a Blanco Fadol su presencia y recordó que aunque es originario de Uruguay, él se considera simplemente un caminante, que recorriendo los cinco continentes logró relacionarse con miles de personas a través de la música y logró crear una vasta obra musical, además de conocer los motivos y orígenes de sus instrumentos.

De manera posterior a la bienvenida, el presidium conformado por el rector Medardo Serna González, los directores del área de Humanidades: Miguel Ángel Villa Álvarez de la Facultad Popular de Bellas Artes; Tzutzuqui Heredia Pacheco, Facultad de Historia; y Eduardo Nomelí Mijangos Díaz, director del Instituto de Investigaciones Históricas, se dispuso a escuchar la charla del etno-musicólogo uruguayo.

Fadol recordó su partida de su país natal, Uruguay, en donde curiosamente sólo existe un instrumento ancestral, para descubrir más de 3,500 instrumentos de los pueblos originarios en todo el mundo y la creación de cien instrumentos musicales, considerados dignos de reconocimiento por la Musik Messe de Frankfurt, Alemania.

A través de una presentación en pantalla, el investigador mostró varios instrumentos y escenas de sus tres museos ubicados en España: Altea, Alicante 1999, el Centro Internacional de Música de UNESCO; en Barranda-Caravaca, y el Museo de Murcia en 2006.

Fotografías de sus viajes y la interacción especial con los niños de diferentes tribus en Indonesia, Machu Pichu (Perú), Paraguay, la selva Mato Grosso en Brasil, Senegal, Malasia, Birmania y China, entre otros.

Insrumentos de oro, de madera, de frutos de la selva, de cráneos y piel humana, utilizados con diversos fines, desde el divertimento hasta la devoción a deidades, conforman una colección única.

Esta experiencia le permitió componer música interpretada con varios de estos instrumentos, además de añadir a su colección desde 1980 la reproducción de instrumentos musicales diseñados por Leonardo da Vinci.

Ha grabado más de una docena de discos en países de tres continentes, el último en 2015 realizado completamente con composiciones propias cantadas por él mismo y acompañado por 38 instrumentos musicales étnicos de 25 países , sacados de las vitrina del Museo de la Música Étnica.

En el año 2005 realizó bandas sonoras para documentales y películas, utilizando instrumentos musicales de su colección, destacando “La frontera” y las “Puertas del infierno”.

Su labor también se tradujo en una filosofía humanista constructora de la paz, por lo que está en trámite la creación de una fundación que llevará su nombre y que tendrá dos fines específicos: el cultural con los instrumentos de su colección y de beneficencia, comenzando con los huérfanos del tsunami de Indonesia.

La Sociedad de Autores y Editores de España, incluyen su biografía con ilustración en el Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, la obra sobre música más importante en español, lo anterior por su producción bibliográfia, entre la que destacan libros como: “Todo sobre música en caña y bambú”  (Valencia 1983); “La enciclopedia de los instrumentos musicales”  (Valencia 1992), premiada en el sur de Francia y utilizado en España como libro de texto en el tercer ciclo de enseñanza; “Instrumentos Musicales Étnicos del Mundo Murcia” (2008), voluminosa obra bilingüe (castellano e inglés), y otras obras incluyendo libros de pensamientos: “Reflexiones a orillas del camino”, “Caracola de los vientos” y “La sonrisa oculta de la música”.

Dos veces candidato a los Premios Príncipe de Asturias, a las Artes en 2006, presentado por la Embajada de Malasia en España y a la Concordia en 2009, presentado por la Embajada y el gobierno de Uruguay y apoyado por cerca de 30 países, siendo la candidatura con más apoyos.

Realizó diferentes documentales en varias partes del mundo, entre los cuales está el documental Yagua, rodado en la selva amazónica, donde Blanco Fadol recuperó para la étnia Yagua dos instrumentos de su cultura que habían desaparecido, aunque el investigador conservaba dos ejemplares en los fondos de su colección

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