Zaira Mora – Morelia, Michoacán

México se ha caracterizado por tener una de las gastronomías más bastas y ricas de todo el mundo.

La principal muestra de que es una de las más representativas del país, es que ha sido declarada como Patrimonio Intangible de la Humanidad.

Las recetas han sido trasmitidas de generación a generación como una herencia de técnicas milenarias, ingredientes y utensilios necesarios para que se siga conservando el sabor.

La gastronomía michoacana es una mezcla entre las raíces de las culturas prehispánicas y la influencia de la cocina española; gracias a esta fusión, las familias aún se reúnen en las mesas para disfrutar de tantas delicias servidas en ollas de barro y muchas veces, cocinadas todavía en fogón.

Visitar los municipios y conocer cada comida que lo caracteriza, es sin duda alguna un deleite, mismo que ha traspasado fronteras, pues cada año se realizan los festivales de las cocineras tradicionales, donde se reúnen en un sólo lugar varias de las comidas que estamos seguros alegrarán el paladar de muchos.

Aquí te dejemos una selección de los platillos más representativos de nuestra riqueza culinaria.

Carnitas:
Platillo preparado en varios municipios del estado. Se trata de carne de cerdo cocinada en grandes calderos de cobre, cuyo secreto de su exquisito sabor, es el cerdo hecho en su propia manteca. Se suele servir en tacos con tortillas hechas a mano, cebolla y chiles en vinagre, de igual forma, también las podemos encontrar en presentación de torta.

Sopa Tarasca:
Comida típica de Michoacán que habla de la historia de la zona. Para prepararla se utilizan frijoles rojos o bayos, jitomates, cebolla blanca, ajos, epazote, caldo de pollo, chiles pasilla, queso ranchero, crema ácida, tortillas y sal. Los frijoles se cocinan en el caldo de pollo con ajo, sal y cebolla. Al estar listos, se licúan junto con los jitomates y el epazote. La sopa se sirve en un plato hondo al que se le agregan tiras de tortilla, chiles cortados, queso rallado, crema ácida y si es gusto del comensal, tajadas de aguacate. Este caldo es considerado una comida exótica que al saborear se siente espeso, caliente y crocante, gracias  a las tortillas.

Corundas:
El nombre de esta comida típica de Michoacán deriva del vocablo purépecha “kurhaunda”, que significa tamal. Un platillo que data de la época prehispánica y que también se conoce como tamal de ceniza, cuyos ingredientes son masa de maíz, manteca de cerdo, tequesquite, sal, harina de arroz, queso fresco rallado y polvo de hornear. Se prepara una sola masa o nixtamal, en la que se incluyen todos los ingredientes y se le agrega un poco de ceniza. Los tamales se arman con forma de pirámide y son envueltos en la hoja de la planta del maíz, no la de la mazorca. Las corundas tradicionales no llevan relleno, aunque actualmente se puede encontrar esa opción; se comen solas o acompañadas con alguna salsa, guiso, frijoles, crema o queso. Esta preparación es altamente preparada en la zona lacustre de Michoacán.

Uchepos:
Tamales preparados con una masa hecha de elotes frescos molidos que pueden ser salados o dulces. Es necesario desgranar y moler los elotes crudos  para preparar la masa. Si los quieres salados, prepara un guiso de carne de cerdo sofrita en manteca, jitomates, chile serrano y ajo. Al estar listo el guiso se mezcla con la masa y se hacen los tamales, se envuelven en hojas de elote y se cocinan, posteriormente, se sirven acompañados de salsas al gusto. Para prepararlos dulces, es necesario agregar mantequilla, leche y azúcar a la masa, y se acompañan con leche condensada, jaleas de frutas o atole.

Enchiladas:
Las enchiladas, hechas con tortillas de maíz, forman parte de las comidas típicas y tradicionales tanto de Michoacán como del país. Lo que las distingue es la salsa picante con la que son bañadas. Este platillo se come con relleno de carne de res, pollo, queso duro, huevos o con un curtido elaborado con zanahorias, cebollas, remolachas, ejotes, pimiento, tomillo, ajo, chile, repollo, orégano y vinagre. La salsa picante es preparada especialmente para las enchiladas, las cuales se sirven  con hojas de lechuga, queso, crema y cebollas cortadas en rodajas.

Churipo:
Delicioso caldo de textura espesa con chiles rojos, carne y verduras, que debe ser servido con tortillas recién hechas.

Olla podrida:
Cocido que lleva como ingredientes, pulque, carne de pollo, de res y de  cerdo; papas, zanahorias, calabacitas, chícharos, jitomates, cebollas, chile pasilla, chiles verdes, elotes, espárragos, especias al gusto, yerbas de olor, ajo y brandy. Se cortan las carnes, se pelan y pican las verduras, las cuales se cocinan por separado en poca agua hasta que se ablanden. Luego se juntan. Se licúan con el pulque los jitomates, cebollas, yerbas de olor y chiles. Este contenido se cuela y se añade a la mezcla de carnes y verduras, se sazona al gusto, dejando cocinar por unos minutos para que todo se mezcle bien. Se agrega el brandy y se deja hervir unos 2 minutos.

Morisqueta:
Platillo elaborado con arroz blanco cocido y frijoles refritos, que se sirve con una salsa picante elaborada con jitomates cocidos licuados, ajo, cebolla frita y chile verde o de árbol seco. Si gustas, puedes usar chile habanero. Se le puede poner también queso cotija, adobera, ranchero y carne de cerdo o de res.

Pozole batido:
Caldo preparado con maíz rojo desgranado y cocido con ajo y cebolla, al que se le agrega carne de cerdo o de res, la cual se deja hasta estar bien cocida. La carne se saca del caldo y se deshebra para regresarla al cocido. Se añaden chiles guajillos, un poco de maíz rojo tostado y molido, así como sal al gusto. El pozole batido se acompaña con cebolla, lechuga, chile y limón al gusto.

Y a ti, ¿cuál se te antoja? Compártenos tu platillo favorito y cuéntanos cómo lo disfrutas con tu familia.

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