FOTO: Archivo/ACG

Morelia, Michoacán – Juan Antonio Magallan

Los mexicanos padecen de una legislación barroca en materia electoral, en la que las autoridades electorales se ven rebasadas en cada elección. Se vive una democracia “minimalista” con presiones políticas de los partidos políticos; la “reprobación” es el pan de cada día en las campañas electorales, reflexionó David Alejandro Delgado Arroyo, vocal ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE) en Michoacán.

En entrevista para Primera Plana, el funcionario electoral reconoció los bemoles del sistema electoral mexicano, que se sostiene en una aspiración democrática divida en dos partes: la democracia minimalista (lo que es) y la democracia maximalista (a la que se aspira).

Referente a la democracia minimalista, David Delgado puntualizó que ha sido construida por un complejo andamiaje derivado de presiones políticas partidistas.

“Hay actores políticos que exigen que cada detalle se cuide, con una especie de efecto microscopio, que busca resolver problemas con alta graduación y le vas añadiendo graduación y son más cosas se requieren regular. Es decir, vivimos un barroco de legislación”, indicó al referirse a la lluvia de impugnaciones que aparecen durante cada proceso electoral.

En tanto, el vocal ejecutivo del INE en Michoacán explicó que para el caso de la democracia maximalista, en términos de contenido, resaltó que ante el universo de detalles por resolver en un proceso electoral, las autoridades electorales son rebasadas de facto.

“Tenemos que superar la reprobación de cultura política que se vive en México, porque las campañas políticas se sustentan en la descalificación. No hay respeto a la legislación, ni respeto a las instituciones, todos esos son problemas que tenemos que superar para llegar a una democracia plena y maximalista, el asunto es que todos los actores deben poner su grano de arena”, finalizó.

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