Ciudad de México – El Universal

Sabías que en esta temporada el frío es un inevitable compañero con el debemos convivir: frío seco, frío húmedo, olas de frío, nieve, heladas; y pensamos que la única manera de combatirlo es abrigándose bien, pero por mucho que te abrigues, hay veces que es imposible escaparse de las afectaciones que el invierno provoca.

Una de las razones más comunes de consulta oftalmológica durante esta estación es el famoso “ojo seco”, el cual se produce cuando el globo ocular no es capaz de producir las lágrimas suficientes o cuando éstas no tienen la calidad apropiada, evaporándose muy rápido.

Los síntomas del ojo seco abarcan:

  • Sensación de quemazón
  • Picazón en los ojos
  • Sensaciones dolorosas
  • Pesadez en los párpados
  • Ojos fatigados y doloridos
  • Sensación de sequedad
  • Fotofobia
  • Ojos rojos
  • Visión borrosa

Otro síntoma común es algo llamado “sensación de cuerpo extraño”: la sensación de tener arenilla o algún otro objeto o material “dentro” del ojo.

Y aunque parezca raro, los ojos llorosos también pueden ser un síntoma del síndrome del ojo seco. Esto se debe a que la sequedad de la superficie del ojo algunas veces sobrestimula la producción del componente acuoso de las lágrimas como mecanismo de protección. Pero este “reflejo lagrimal” no permanece en el ojo lo suficiente como para corregir el trastorno subyacente del ojo seco.

Además de estos síntomas, el ojo seco puede causar inflamación y daño (algunas veces permanente) en la superficie del ojo.

“El síndrome del ojo seco puede también afectar los resultados de la cirugía LASIK y la cirugía de cataratas”, nos comenta el Oftalmólogo Jorge Granados Soto.

¿Cuál es la causa del síndrome del ojo seco?

A fin de mantener los ojos saludables, con buena visión y sin incomodidad, es esencial que tengan una capa lagrimal adecuada y uniforme. Las lágrimas lavan la superficie del ojo para mantenerlo húmedo y eliminar el polvo, residuos, y microorganismos que podrían dañar la córnea y generar una infección ocular.

Una película lagrimal normal está conformada por 3 importantes componentes:

  • Un componente oleoso (lípido)
  • Un componente de agua (acuoso)
  • Un componente mucoso (mucina)

Cada componente de la película lagrimal cumple un propósito fundamental. Por ejemplo, los lípidos de las lágrimas ayudan a evitar que la película lagrimal se evapore demasiado rápido y a aumentar la lubricación, mientras que la mucina ayuda a fijar y propagar las lágrimas a través de la superficie del ojo.

Cada componente lagrimal es producido por diferentes glándulas del ojo o próximas al mismo:

  • El componente oleoso es producido por las glándulas meibomianas de los párpados.
  • El componente acuoso es producido por las glándulas lagrimales que se encuentran detrás del lado externo de los párpados superiores.
  • El componente de mucina es producido por las células caliciformes de la conjuntiva que cubre lo blanco del ojo (esclera).

Con esto pretendemos divulgar la importancia de nuestra salud visual con el fin de sensibilizar a la población sobre los daños que enfermedades comunes, como el ojo seco pueden causar, evolucionando incluso, a la ceguera. Un adecuado seguimiento podría evitar muchas de las alteraciones visuales que se dan hoy en día; y como dicen por ahí “más vale prevenir que lamentar”.

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