Morelia, Michoacán – Juan Antonio Magallán
En Michoacán, la certificación médica es un “acto de fe”, no se obliga a ningún médico a hacerlo. Existen solamente dos instancias que pueden emitir certificaciones quinquenales: el Consejo Nacional de Certificación de Medicina General y el Instituto Nacional de Educación Médica Continua, advirtió Francisco Anaya Montaño, presidente del Consejo Nacional.
En conferencia de prensa a la que habían invitado para emitir un posicionamiento y dar información relativa a las instituciones de la entidad que certifican a médicos en condiciones de ilegalidad, el galeno se limitó a señalar que no se contaba con una radiografía de cuántas instituciones emitían certificaciones medicas sin contar con el aval de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y únicamente dijo que la certificación no es obligatoria en la entidad.
Eso sí advirtió que la institución que él representa es la única que puede brindar la carta de idoneidad que certifica la actualización de conocimientos médicos cada cinco años, luego de que los doctores se someten a sus respectivos exámenes.
Y es que, en Michoacán no existe ley alguna para que los médicos se certifiquen con un marco de obligatoriedad y según datos del entrevistado, existen únicamente 400 médicos generales certificados, de un universo más de siete mil.
Las únicas instituciones donde se exige la certificación médica son Pemex, todos los servicios médicos de la Ciudad de México y San Luis Potosí, la Sedena y la SCT.
Cuestionado sobre un posible acto de ilegalidad en el que caerían los certificadores “patito” que emiten documentos sin validez oficial, el médico dijo que no se podría considerar como ilegal, ya que se trata de un “acto de voluntad del interesado y no de legalidad”, por eso recomendó revisar que las instancias cuenten con la carta de idoneidad con su debido registro ante la Academia Mexicana de Cirugía y la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Lanzó un llamado al congreso local para generar las reformas necesarias para que los médicos generales se certifiquen y con ello, tengan un amplio conocimiento de los avances científicos en el campo de la medicina.
“Tener un certificado en tu consultorio le da la certeza al paciente de que estás en constante educación médica continua y muchos médicos generales no se certifican porque dicen que salieron lo suficientemente preparados, pero no podemos darnos por satisfechos con tener el título”, concluyó.
