Por Mali Hernández

Desde los tiempos de Jesús Samuel Maldonado Bautista, Morelia no lucía así, tan pobre y apagada. Ni los independientes lograron borrarle el fulgor natural a la guapa de la cantera rosa. Morón sí. Al presidente municipal de la capital michoacana le pasaron los 100 días de gobierno, ya casi llega a los 200 y nomás nada. La ceguera del loco le aplica cual anillo al dedo al frustrado y coqueto jugador del balompié.

Y es que el de Chucándiro no sabrá gobernar Morelia (no sé cómo quiere mandar en Michoacán), pero qué tal salió de pispireto y correlón. Nadie le gana.

Es tan chistoso el amo y señor del edificio de Allende, que, mientras la señorial ciudad, cuna del ilustre José María Morelos y Pavón, intenta remendar las desgracias que le dejaron los centistas en su pasado y apestoso plantón y los asaltantes que, con lujo de violencia, tiene asolados a los comerciantes del Centro Histórico, él decidió irse al Estado de México a analizar a profundidad el desempeño de sus colaboradores.

27.5 semanas, es decir, 193 días o lo que es lo mismo, 4 mil 632 horas y el Rulis sigue sin reaccionar. Al contrario, cada vez que en su encuentro con medios de comunicación brincan temas como nepotismo (y para muestra, un botón, don Arroniz -Humberto-, que tiene a los hijos, yernos, hermanos, hermanas y hasta el cachimba, metidos en áreas como la Coordinación de Protección Civil, el OOAPAS y otras oficinas municipales).

U otros temas como el de la inseguridad, chanchullos, la concesionaria del relleno sanitario – a la que está a punto de demandar para no pagarle lo que le adeuda-, recolectores de basura, sindicalizados, a los que les debe harto dinero, y demás linduras que pintan de guinda a la antigua Valladolid; cuando le tocan alguna de esas melodías, el chamacón hasta se hace el indignado y manda a todos los inchis preguntones por un tubo directivo a la fregada, por no decirlo más claramente.

Y mientras el hombre del excepcional bigote (se ríe bonito, la verdad), busca en el Edomex el origen de sus penas, aquí le englobo en 5 puntos lo que ha sido su administración:

  1. Falta de proyectos propios.
  2. Colaboradores sin experiencia en la función pública.
  3. Ausencia de proyectos realizables y medibles.
  4. Insuficiente transparencia y rendición de cuentas.
  5. Exceso de fotos y diagnósticos (que no se traducen en resultados evaluables).

A don Rulis nomás no le cuadran los números y reclamos de los comerciantes morelianos, especialmente del primer cuadro capitalino -ya deje usted los de las zonas de la periferia y los llamados cuadrantes-focos-rojos-, hoy hasta les mandó decir a los quejumbrosos que, cuando ellos gobiernen Morelia, tomen las decisiones que crean más convenientes. Neta, así.

Bajo el pretexto de que está solito en el mundo mundial y de que la Policía Estatal no le ayuda a controlar la inseguridad, con todo y que él se ha negado a firmar el esquema del Mando Unificado, mi querido bigotón peca de revictimizado y acusa que son especulaciones, mentiras y exageraciones. El tener la corporación más grande del Estado a nivel de municipios, tampoco ayuda.

Datos de la propia Policía de Morelia, refieren que, entre los meses de noviembre de 2018 a enero de 2019, sólo en el primer cuadro de la ciudad se han registrado 276 incidentes delictivos (los denunciados, porque acuérdese amable lector que hay un subregistro de los que no llegan a los oídos policiacos y se quedan así, en el aire, en la bruma como don Rulis).

Con 123 eventos o el 44 .57 por ciento, el robo sin violencia de vehículo particular fue el ilícito para el que se reportó una mayor incidencia en el período de referencia en el sector 1 de la capital michoacana, que comprende las colonias Centro, Infonavit Plan de Ayala y Cuauhtémoc.

Le siguieron robo con violencia a transeúnte, con 23 casos; robo sin violencia a negocio, 22; robo con violencia a negocio, 20; robo sin violencia a casa habitación, 17 y portación de armas o cartuchos con 15 sucesos.

Y si el moroncito de mis amores tiene dudas, ahí tiene a Alfonso Guerrero Guadarrama, presidente de la Asociación de Comerciantes y Vecinos del Centro Histórico (Covechi), quien dijo a medios que, en 2018, se registraron 1.8 delitos diarios en la zona en contra de establecimientos mercantiles, lo que representó 657 ilícitos (ahí está el subregistro mi Rul).

Guerrero Guadarrama dijo que fue el robo, el principal delito cometido en contra de comercios, sobre todo por parte de bandas organizadas conformadas por mujeres que, en ocasiones acompañadas por infantes, se introducen en los negocios para sustraer mercadería en tanto que parte de los integrantes distrae al personal. ¿Y el seguimiento a la denuncia pública?, bien, gracias, apá.

¿Le sigo?, este mismo martes 12 de marzo, salió a medios el jefe adjunto del Observatorio Ciudadano de Michoacán, Rodrigo Antúnez, quien metió más el dedo en la llaga: en el 2018, Morelia presentó la tasa de incidencia anual más elevada en la entidad para tres de nueve delitos de alto impacto evaluados por el organismo.

Con base en las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el curso del año anterior, la capital michoacana registró una incidencia de 26.18 homicidios culposo por cada 100 mil habitantes, lo que fue la mayor recurrencia entre los municipios con más población en Michoacán en el periodo de referencia.

Y para rematar, otra vuelta: en el ranking de los 234 municipio con mayor población en México, Morelia ocupó el puesto 26 en recurrencia de homicidio culposo.

Y como ya se me acabó el espacio, le sigo la otra semana… ¡Hasta la vista, baby!

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