La separación de Miriam Tinoco ayer de la Secretaría de Desarrollo Social de Michoacán no tiene nada que ver con temas de la administración pública ni mucho menos con el desarrollo de políticas públicas destinadas al sector. Su acelerada defenestración es parte de una estrategia política de la ‘tribu’ perredista a la que pertenece, que busca candidaturas y posiciones a partir de la presión, la confrontación y el chantaje.

Esa estrategia la quieren perpetuar, ya no sólo al interior del PRD, sino llevarla a la coalición que se tiene pactada con el PAN y el MC, y de la que quieren sacar la mayor ventaja posible. O sea, candidaturas.

La maniobra quedó en evidencia este viernes, en la víspera de la sesión del Consejo Estatal perredista para elegir a los nuevos presidente y secretario general del partido: Tinoco fue ‘obligada’ a renunciar por sus jefes políticos de la llamada Alternativa Democrática Nacional (ADN), que con amenazas rupturistas busca mantener el control de la dirigencia estatal y, como la cereza del pastel, la candidatura al Senado de la República para uno de los suyos.

¿Le interesan a Tinoco y a sus jefes la política social de Michoacán? ¡Por supuesto que no! ?Tienen algún interés, por ejemplo, en los programas de combate a la pobreza y apoyo a los grupos sociales vulnerables? Sus antecedentes indican que no.

Lo suyo es el clientelismo político-electoral, la provocación y la “administración” de los conflictos para luego sacar ventaja de ellos.

Así se les verá hoy, de vuelta a la carga, en una sesión del Consejo Perredista que, hasta los más optimistas, nos dicen que se pondrá al rojo vivo.

Con el inicio de las posadas, las huestes michoacanas de Héctor Bautista quieren romper la piñata…

Aquí se queda… ¡aquí entre nos!

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