No está por de más volver a decirlo: la calma, organización y solidaridad son primordiales en caso de una amenaza natural, cualquiera que sea: sismo, huracán, tsunami. Lo que sea. Y hacer caso a las recomendaciones, acciones y planes de socorro y atención de las dependencias encargadas de la protección civil.

El sismo de anoche registrado en los 8.2 grados en la escala de Richter y considerado el movimiento de tierra más fuerte de los últimos cien años en el país y los tres huracanes que acechan en los mares del Atlántico, deben ser un llamado de atención para todos a no bajar la guardia en materia de protección ciudadana, prevención ante desatares naturales, revisión de la infraestructura, sobre todo en las entidades y municipios más propensos a sufrir daños, y concientizar a la población de todas las edades, de la importancia de hacer caso a las alertas.

Por el sismo de anoche, hasta esta mañana se reportaba la muerte de por lo menos 30 personas, casos de histeria y pánico destacadamente en Ciudad de México, donde sus habitantes ya sufrieron la tragedia de 1985. Asimismo, los gobiernos de once entidades decidieron suspender clases, en tanto se supervisa el estado físico de aulas y escuelas.

La Presidencia de la República recomienda tomar precauciones ante la posibilidad de una “réplica poderosa” en las próximas horas.

No está de más volver a decirlo y recordarlo cuantas veces sea necesario.

Aquí se queda… ¡aquí entre nos!

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