Ciudad de México.- El escritor Ray Loriga reconoció la importancia que ha tenido la figura de Juan Rulfo en su propia formación como creador, gracias a “esa lengua en común” que nos une a muchos.

“Esta lengua común significa muchísimo por su riqueza, porque no estaríamos aquí sin ella. Porque como decía ese viejo libro ‘lo primero es la palabra’, porque no sería quien soy sin Juan Rulfo, para empezar: todo lo medianamente inteligente que salga en mis libros lo vi, de alguna manera, en la sombra de Juan Rulfo”, dijo al recibir el Premio Alfaguara de Novela 2017, informó Milenio.

Nacido en Madrid como Jorge Loriga Torrenova, el escritor firma como Ray Loriga y es autor de títulos como Lo peor de todo, Héroes, Caídos del cielo, Tokio ya no nos quiere, Sombrero y Mississippi, o El bebedor de lágrimas.

“Es muy difícil caminar sin sombras, tienes que tener las sombras que son amparos, son cobijos, son protecciones y son ideas que se prolongan. Según baje el sol, más larga la sombra y esa es nuestra lengua”.

Ray Loriga destacó la importancia de la tradición literaria en lengua española, aún cuando no se condene a una sola lengua, porque la hemos leído en traducciones, “a veces hasta en malas traducciones, y sigue siendo literatura”.

“Y nuestra herencia literaria, que es riquísima, es una fuente inagotable, nos une, nos ampara, nos protege y nos ayuda a todos los que nos interese todo este asunto no diría ni de escribir, ni de leer, ni de vender libros, sino de pensar en algo mientras caminamos”.

Presente en la ceremonia en la que se hizo el anuncio del ganador del Premio Alfaguara de Novela que está dotado con 175 mil dólares y una escultura de Martín Chirino, Ray Loriga, quien también ha sido jurado del galardón, aseguró que se trata de una celebración a la literatura, “porque es limpio”.

“Como jurado jamás supe lo que había detrás de cada plica, jamás hubo ninguna presión de la editorial y los escritores nos mostramos en este premio, tan limpios, tan inocentes como nuestras palabras”, dijo.

“Este premio me devuelve a mis lecturas, a mi madre que se crió en Venezuela, a un hermano que perdí y que nació en Maracaibo, y a todos los viajes de vuelta para volver a agradecer a toda esa tierra lo que hizo con esta tierra”, enfatizó.

El escritor español obtuvo la edición XX del Premio Internacional Alfaguara de Novela, por la obra Rendición, “una historia kafkiana y orwelliana sobre la autoridad y la manipulación colectiva, una parábola de nuestras sociedades expuestas a la mirada y al juicio de todos”, según el acta leída por la presidenta del jurado, Elena Poniatowska.

“Sin caer en moralismos, a través de una voz humilde y reflexiva, con inesperados golpes de humor, el autor construye una fábula luminosa sobre el destierro, la pérdida, la paternidad y los afectos. La trama de Rendición sorprende a cada página, hasta conducirnos a un final impactante que resuena en el lector tiempo después de cerrar el libro.”

Integrado por Samantha Schweblin, Santiago Roncagliolo, Andrés Neuman, Eva Cosculluela y Pilar Reyes, presidido por Elena Poniatowska, el jurado se pronunció por mayoría sobre seis novelas, de entre las 675 que respondieron a la convocatoria.

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