Sistema Educativo Mexicano

Por Alejandro Báez

Ciudad de México.- En México hay inconsistencias que de tan terribles se vuelven tragicomedias, pues nuestros funcionarios minimizan lo pavoroso y es extraordinario cómo lo convierten en un discurso venturoso, solo creído por ellos. La filosofía de darnos atole con el dedo sigue siendo letra de cambio cotidiana, a pesar de que el pueblo, cada vez más, se los cree menos.

El ejemplo de ello, reciente, fue cómo el pasado 7 de marzo, Aurelio Nuño Mayer, secretario federal de Educación Pública presumió que el sistema educativo de México se encuentra entre los cinco mejores del mundo. Su argumento fue estadístico: cuenta con dos millones de alumnos en 260 mil planteles y de 120 millones de personas, sólo el cinco por ciento de la población es analfabetas (lea la nota completa de Juan Antonio Magallán en Primera Plana Noticias en http://primeraplananoticias.mx/portal/mexico-solo-5-la-poblacion-analfabeta-nuno/).

Los datos pueden ser ciertos. Los avala el INEGI; pero son solo eso: números, cifras. La realidad es totalmente diferente y todos lo sabemos, pues todos hemos sido parte del sistema educativo mexicano y conocemos las calidades de este.

Los programas educativos diseñados por competencias responden a los intereses del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial en donde se pretende que los estudiantes de países tercermundistas o en vías de desarrollo generen obreros calificados capaces de producir y no de pensar. Se prioriza el hacer en lugar del ser.

Perfectamente se puede constatar que lo que dice Nuño Mayer es falso:

Según datos también proporcionados tanto por la Secretaría de Educación Pública y avalados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, muestran que en lo que va del presente siglo, 7 de cada 10 alumnos abandonan los estudios primarios por falta de recursos; 8 de 10 abandonan los secundarios para ingresar a la economía informal y solo 3 de cada 100 llegan a la universidad, no importa si se termina o no una licenciatura o una carrera técnica (ver DIATRIBA EN CONTRA DE… del 24 de agosto de 2015 en https://alejandrobaez.wordpress.com/2015/08/24/inicio-de-clases/).

Pero mientras la SEP cacarea un sus grandes logros, insustanciales en sí mismos, al mismo tiempo anuncia la creación de un nuevo modelo educativo nacional en donde “La versión final incluye, por primera vez en la historia del sistema educativo nacional, desde la educación preescolar hasta el bachillerato, como eje transversal la enseñanza de las habilidades socioemocionales y el inglés, y otorga autonomía curricular y de gestión a las escuelas” (ver nota completa en El Reforma en http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=1064783&md5=01792068fa12bed3939342033e131909&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe&lcmd5=d8583cead68a08a73ff16fceb557ad64).

Un nuevo modelo que, según se afirma, está avalado por dos consultas públicas, realizadas en 2014 y 2016 cuyos resultados los revisó el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) y la propia SEP de Aurelio Nuño Mayer.

Un nuevo modelo que tiene huecos estructurales pues hay afirmaciones sin definiciones conceptuales y sin metodología para llevarlos a cabo. Es decir, es un modelo con retazos, con enmiendas, deshilvanado y sin la necesaria estructura educativa y pedagógica para poder implementarse.

Los resultados son lo de menos: lo importante es alzarse el cuello y que el sexenio de Enrique Peña Nieto presente su reforma educativa también dentro de las aulas, aunque sea al final de su gobierno pues necesita, ahora más que nunca, fortalecer su débil imagen.

¿Y qué mejor que con la educación, aunque esta haga aguas por todos lados? Total, estamos entre los cinco mejores del mundo. A ver quién se los cree.

Pero esto es tan solo mi opinión.

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