Ciudad de México.- Los sueños de emprendedor se hicieron añicos. Las bolsitas con dosis circulaban en la escuela de grado en grado. Los alumnos ya ubicaban al proveedor… 25 centavos de dólar por cada porción.

El negocio como la demanda iba en aumento y la variedad en sus productos aumentó. Había que expandirse y generar mejores dividendos, pero… no faltaron las envidias y la denuncia anónima llegó.

Cercaron la escuela, los directivos implementaron un operativo para dar con el proveedor de las “pequeñas dosis”. Detectaron el movimiento de uno de los compradores y pronto dieron con el surtidor: Un niño de nueve años.

Detenido el infractor fue exhibido y reprendido por vender cheetos hot y demás frituras ¿Qué habían pensado?

La acción de la escuela fue severamente cuestionada, debido a que el menor en ningún momento violó el reglamento de la institución.

Aunque la nota ha generado dudas, debido a que no se informa del nombre de la escuela. ¿Usted qué cree?

Fuente: excelsior.com.mx

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