Foto: El Universal

A estirar la liga…

Es el cuento que está por acabar. El plazo se les agota a los frentistas del PAN, PRD y MC y no hay humo blanco en lo fundamental: el método para elegir candidatos a la Presidencia de la República, al Senado y a la Cámara de Diputados.

Los dirigentes de los tres partidos dan señales de lo que en el fondo quieren y qué para ellos sería lo mejor: la repartición cupular. El problema es que ninguno trae el sartén por el mango; ni siquiera el emeceista Dante Delgado, que quiera o no, negocia sometido al escrutinio del alcalde tapatío Enrique Alfaro, autor del repentino crecimiento del partido naranja.

Durante el fin de semana esos mismos dirigentes azules, amarillos y naranjas nos regalaron la suficiente información como para advertirlo en tal sentido: van a estirar la liga lo más que puedan hasta lograr eso que en el fondo quieren y que nada ni nadie altere o se interponga a la negociación de candidaturas por cuota.

El problema es que la están estirando tanto que la pueden reventar.

Así se entiende la decisión que tomaron los más conspicuos frentistas de acudir al Instituto Nacional Electoral (INE) a registrar lo que sería la plataforma electoral de la eventual coalición.

¿Tiene algún sentido ese registro sin haberse puesto de acuerdo en el método? Sí y mucho, no sólo para ocupar espacios y portadas en los medios. Lo más importante: presionar a los inconformes, sobre todo a los aspirantes a la candidatura presidencial que exigen elección por consulta a la ciudadanía.

Con el tiempo encima, no puede entenderse de otra manera. Así, Silvano Aureoles, Miguel Ángel Mancera y Rafael Moreno Valle -los más visibles en esa exigencia-, serían llevados a un callejón con una única salida: coalición o rompimiento.

Y seguro que ninguno de los tres optaría por la ruptura. Al menos eso es lo que se calcula allá en el Frente.

Aquí se queda… ¡aquí entre nos!

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