FOTO: El Universal

Morelia, Michoacán.- El próximo jueves 17 de agosto, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano Alamán, signará un convenio de colaboración con el gobierno de Michoacán y con los productores integrantes de la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de Michoacán (Apeam) con la finalidad de que los empresarios aguacateros dejen de sembrar dicho fruto en los bosques michoacanos, zona no autorizada para ello.

Así lo informó el titular de la Secretaría de Media Ambiente Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), Ricardo Luna García.

En entrevista, el funcionario estatal reconoció que los operativos que ha gestado la Semaccdet para desarticular huertas ilegales de aguacate ha traído confrontaciones con los gremios de productores, por ende, se llegó a un acuerdo entre gobierno y empresarios.

“Hay casos como en Zitácuaro, en una comunidad que se llama precisamente El Aguacate, donde la comunidad fue despojada de unas tierras y contra su voluntad hubo personas que instalaron aguacate, entonces procedimos a hacer la desinstalaciones, limpiamos el área y se desinstalaron alrededor de unas seis hectáreas, para que la comunidad recuperará e hiciera su reforestación”, narró.

Un caso similar se presentó en Uruapan, en la comunidad de San Francisco, donde también se recuperaron zonas que no estaban autorizadas para la siembra de árboles de aguacate.

Acciones parecidas se ejecutarán en Ocampo y Tuxpan, donde ya se concretó un acuerdo con 180 productores de aguacate.

Al convenio se sumarán productores aguacateros de Tacámbaro, Turicato, Pátzcuaro, Tzitzio, Zacapu, Villa Madero y Acuitzio.

El convenio establecerá que los productores se comprometen a no establecer una huerta más sin el cambio de uso de suelo, además se comprometen a reforestar las 50 mil hectáreas de vocación forestal que fueron usadas para sembrar aguacates.

Finalmente se dictaminará la creación de un “Fondo Verde”; donde cada productor deberá pagar siete mil pesos anuales por hectárea cultivada.

 

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